Antígona Sófocles – Anouilh
Jean Anouilh nació el 23 de junio de 1910 en Burdeos, Francia.
Escribió la mayor parte de su obra en el período comprendido entre las dos guerras mundiales; justamente en 1944 publica su "Antígona", en donde retoma la tragedia tratada por los antiguos trágicos griegos, basada en un fragmento del mito de los labdácidas acerca de una de las hijas de Edipo.
A través de ésta, reproduce algunos de los conflictos que atraviesan toda su obra: el rechazo de la felicidad si el precio es entregarse a la mediocridad y a la hipocresía, y la lucha entre el mundo de los puros y los corrompidos.
Anouilh, utiliza entonces como base para su tragedia, aquélla escrita por Sófocles, pero realizando sobre ella algunas significativas modificaciones.
"Y además, la tragedia es tranquilizadora porque se sabe que no hay más esperanza"
El primer punto sobre el cual establece una clara diferencia es sobre el Coro y su función. El coro, en la versión de Anouilh, tiene una participación muy restringida; incluso sus partes son bastante resumidas.
Su primera aparición, se da ya entrada la obra; el dramaturgo se aleja de la estructura clásica de episodios y estásimos y acaso se puede decir que sólo conserva de ella un prólogo casi euripidiano, donde se exponen las circunstancias y los antecedentes de la acción. En su, por así llamarlo, párodos, se reduce a hablar acerca de la tragedia misma y compararla con el drama.
Esta mención es acaso posible casi veinticinco siglos después del nacimiento de la tragedia; así, el coro se aleja de la acción y habla de cosas lejanas para los personajes.
Sus próximas apariciones son breves y en conversación con los personajes, se podría decir que toma la forma del corifeo. Tendrá hasta el fin de la obra, dos papeles.
En principio, actúa como conciencia de Creonte. Dice todo lo que el rey se niega a escuchar; lo aconseja en lo que él ya sabe y contra lo que su papel de tirano lo obliga a lucsohar (no acaso su humanidad, y ahí yace su gran conflicto).
Al final, toma el coro la voz del autor para, una vez terminada la tragedia, ofrecer su epílogo fúnebre.
"No quedan más que los guardias. A ellos todo esto les da lo mismo..."
La inclusión de los guardias es otra innovación muy interesante de Anouilh; estos personajes, como quedan evidenciados en el prólogo, con esposas, hijos e incluso olor, toman a diferencia de los secundarísimos personajes de Sófocles, tres dimensiones: son más humanos, tienen deseos, miedos, ironía, conflicto.
Acorde con el curso de la historia de los últimos siglos, aquellos personajes de clase social baja, siempre desplazados del centro de la historia, toman un importante protagonismo.
"Una mañana me desperté siendo rey de Tebas"
Persiguiendo la profundización de los personajes, Anouilh, muestra a Ismene como una hermosa mujer envidiada por su no tan agraciada hermana; la competencia de las dos hermanas por Hemón; las discusiones de Antígona con su prometido.
Pero una de las más interesantes variantes introducidas por el dramaturgo es el poderoso conflicto interno de Creonte y por tanto, el ofrecimiento del Rey a Antígona de salvar su vida, hecho impensable en los personajes más bien lineales de Sófocles.
Este hecho es utilizado por el autor para remarcar la profunda convicción de su heroína. Creonte, tendrá que utilizar sus más sucios argumentos y ni aún así, podrá evitar que Antígona dé su vida.
"Porque tu Polinice, esa sombra desconsolada y ese cuerpo que se descompone entre sus guardias, y todo ese patetismo que te inflama, no es más que un lío político"
Lejos ya en el tiempo, del paradigma mágico- religioso, Anouilh nos introduce en un conflicto político y ético, perfectamente transferible al mundo que nos rodea. Olvida ya el autor, las nubes de polvo, el sacrilegio a la patria y las leyes divinas.
Creonte mantiene el cuerpo descomponiéndose a la luz del sol como bandera ante sus enemigos políticos y ante su pueblo, como lección; es más, si fuera por él, lo enterraría "aunque más no fuera por higiene". Incluso, para él, lo mismo hubiera sido Polinices que Etéocles al que se le hubiera negado el entierro.
El reclamo de Antígona es humano, para con el cuerpo de un ser querido que ha sufrido una muerte indigna e injusta, por asuntos que no comprende ni desea comprender. Y así, su discusión termina tornando alrededor del papel que debe tomar el gobernante para con su pueblo cuando las leyes que organizan se contradicen con el cariño y la justa reivindicación humana y humanitaria.
Antígona, heroína eterna, está dispuesta a morir por esa reivindicación y lo hace; rechaza la hipocresía y la mediocre felicidad sabiendo que hizo lo incorrecto, Antígona dice que no. Y esta negación desencadena los hechos ya conocidos, el suicidio de su prometido, de la madre de su prometido. Al igual que en la obra de Sófocles, todos estos hechos patéticos suceden detrás de escena.
"Uno toma el timón, se yergue frente a la montaña de agua, grita una orden y dispara al montón, al primero que dé un paso"
"Estoy aquí para decirle que no y para morir"
Es sobre la estructura de Sófocles que Anouilh traza su obra. ¿Y cuál es la base en común que ambos comparten?
La hybris, tanto de Antígona como de Creonte. En ambos casos, la hybris de Antígona es de índole cívica: se rebela contra las leyes de su ciudad y contra su gobernante; la hybris de Creonte es entonces religiosa o, en el caso de la obra de Anouilh, moral, quien niega un derecho inherente al ser humano.
Tal vez a diferencia de la tragedia de Sófocles, en la tragedia de Anouilh, es más posible apreciar la hamartía de ambos personajes. Antígona, rechaza implacablemente (hasta se podría decir "caprichosamente") la posibilidad de seguir viviendo e insulta descaradamente al Rey, lo llama "cocinero", lo provoca, lo amenaza.
En el caso de Creonte, se evidencia más el costo psicológico de enviar a su sobrina y a la prometida de su hijo a la muerte, justamente por la resistencia a hacerlo. Este costo, hace que su hamartía resulte aún más trágica.
"Todos llevaremos esa llaga en el costado durante siglos"
Durante la segunda Guerra Mundial y desde diversos puntos de vista, surgieron numerosas versiones del mito de Antígona.
Hay características en esta obra que hacen que sea más atemporal que casi ninguna otra tragedia griega y por tanto más actual que nunca: la heroína que se enfrenta, ella sola, contra todo el poder establecido; la lucha de la moral religiosa (o tal vez, más exactamente y más atemporal: lo humano) contra el orden arbitrario y en este caso político o tiránico; a diferencia del caso de su padre signado por un destino ineludible, el ejercicio por parte de Antígona de su libertad individual; y por último, la importancia del cumplimiento de los ritos para con los restos de los muertos como bandera de lucha contra la injusticia de su muerte.
Todos estos temas, entre tanta guerra y dictadura, son claramente visibles para los hombres del siglo XX y resignifican aquella fábula que conmovió al pueblo griego, más de cuatrocientos años antes de Cristo.
jueves, 21 de mayo de 2009
Frases de Jean Anouilh
-Lo terrible en cuanto a Dios, es que no se sabe nunca si es un truco del diablo.
-Todas las guerras son santas, os desafío a que encontréis un beligerante que no crea tener el cielo de su parte.
-Uno se es fiel a sí mismo y se basta.
-Cada uno de nosotros tiene un día, más o menos triste, más o menos lejano, en que, por fin, debe aceptar que es un hombre.
-Siempre habrá un perro perdido en alguna parte que me impedirá ser feliz.
-Las preocupaciones acaban por comerse unas a otras, y al cabo de diez años, se da uno cuenta de que se sigue viviendo.
-Se tiene la edad que se quiere tener, y también la edad del dinero que se tiene.
sábado, 16 de mayo de 2009
Breve resumen (incompleto) sobre ANTIGONA
En la mitología griega, Antígona es hija de Edipo y Yocasta y es hermana de Ismene, Eteocles y Polinices. Acompañó a su padre Edipo (rey de Tebas) al exilio y, a su muerte, regresó a la ciudad.
En el mito, los dos hermanos varones de Antígona se encuentran constantemente luchando por el trono de Tebas, debido a una maldición que su padre había lanzado contra ellos. Se suponía que Eteocles y Polinices se iban a turnar el trono periódicamente, pero, en algún momento, Eteocles decide quedarse en el poder después de cumplido su período, con lo que se desencadena una guerra, pues, ofendido, Polinices busca ayuda en una ciudad vecina, arma un ejército y regresa para reclamar lo que es suyo. La guerra concluye con la muerte de los dos hermanos en batalla, cada uno a manos del otro, como decía la profecía. Creonte, entonces, se convierte en rey de Tebas y dictamina que, por haber traicionado a su patria, Polinices no será enterrado dignamente y se dejará a las afueras de la ciudad al arbitrio de los cuervos y los perros.
Los honores fúnebres eran muy importantes para los griegos, pues el alma de un cuerpo que no era enterrado estaba condenada a vagar por la tierra eternamente. Por tal razón, Antígona decide enterrar a su hermano y realizar sobre su cuerpo los correspondientes ritos, rebelándose así contra Creonte, su tío y suegro (pues estaba comprometida con Hemón, hijo de aquel).
La desobediencia acarrea para Antígona su propia muerte: condenada a ser enterrada viva, evita el suplicio ahorcándose.
En el mito, los dos hermanos varones de Antígona se encuentran constantemente luchando por el trono de Tebas, debido a una maldición que su padre había lanzado contra ellos. Se suponía que Eteocles y Polinices se iban a turnar el trono periódicamente, pero, en algún momento, Eteocles decide quedarse en el poder después de cumplido su período, con lo que se desencadena una guerra, pues, ofendido, Polinices busca ayuda en una ciudad vecina, arma un ejército y regresa para reclamar lo que es suyo. La guerra concluye con la muerte de los dos hermanos en batalla, cada uno a manos del otro, como decía la profecía. Creonte, entonces, se convierte en rey de Tebas y dictamina que, por haber traicionado a su patria, Polinices no será enterrado dignamente y se dejará a las afueras de la ciudad al arbitrio de los cuervos y los perros.
Los honores fúnebres eran muy importantes para los griegos, pues el alma de un cuerpo que no era enterrado estaba condenada a vagar por la tierra eternamente. Por tal razón, Antígona decide enterrar a su hermano y realizar sobre su cuerpo los correspondientes ritos, rebelándose así contra Creonte, su tío y suegro (pues estaba comprometida con Hemón, hijo de aquel).
La desobediencia acarrea para Antígona su propia muerte: condenada a ser enterrada viva, evita el suplicio ahorcándose.
miércoles, 13 de mayo de 2009
Monólogo de Adela
Volviendo un poco a la obra "La casa de Bernarda Alba" voy a escribir el monólogo de Adela, la hija menor, que hice yo:
"No puede ser, mi madre es la peor bastarda que existe. Mató a Pepe el romano, la persona que yo amaba, que yo amo. Nuestro amor era verdadero, no como el de Angustias y él, eso si que no iba. Se sabía que Pepe se iba a casar con ella solo por el dinero. Ella es rica, pero a mi no me importa, porque ahora no va a estar más mi amado, se fue, para siempre. Que triste final ¿no? Mi madre siempre nos encarceló en nuestra casa, ninguna se pudo casar y seguimos estando solteras, y lo estaremos por todas nuestras vidas. La odio, no puede ser que no me deje ser feliz. A mi me encantaba él y a él le gustaba yo. Siempre venía a la noche, más tarde de hablar con Angustias y nos revolcábamos sin parar. Era tan lindo, qué lindos recuerdos. Pero todo acabó por la inútil de Martirio que no deja de perseguirme. Ella siempre gustó de Pepe, pero si él nunca le dio bola, ¿para qué seguir gustando de alguien que nunca le iba a dar pelota? Pepe el romano era mío, es mío y siempre lo será. Pero esa tarada arruinó todo, Martirio descubrió que yo me acostaba con él y por celos se lo contó a Bernarda. Pues claro, y mi madre lo terminó matando por lo cuida que es. Yo no puedo vivir sin él, él es mi vida. A nadie amé como a él. Yo voy a ir contigo Pepe, iré contigo al cielo, y estaremos juntos otra vez y pasaremos los mejores momentos sin que nadie nos separe ni nos moleste. Estaremos juntos allá arriba, juntos al fin. ¿Dónde está la soga? Me ahorcaré y moriré y juntos viviremos para siempre amor mío."
"No puede ser, mi madre es la peor bastarda que existe. Mató a Pepe el romano, la persona que yo amaba, que yo amo. Nuestro amor era verdadero, no como el de Angustias y él, eso si que no iba. Se sabía que Pepe se iba a casar con ella solo por el dinero. Ella es rica, pero a mi no me importa, porque ahora no va a estar más mi amado, se fue, para siempre. Que triste final ¿no? Mi madre siempre nos encarceló en nuestra casa, ninguna se pudo casar y seguimos estando solteras, y lo estaremos por todas nuestras vidas. La odio, no puede ser que no me deje ser feliz. A mi me encantaba él y a él le gustaba yo. Siempre venía a la noche, más tarde de hablar con Angustias y nos revolcábamos sin parar. Era tan lindo, qué lindos recuerdos. Pero todo acabó por la inútil de Martirio que no deja de perseguirme. Ella siempre gustó de Pepe, pero si él nunca le dio bola, ¿para qué seguir gustando de alguien que nunca le iba a dar pelota? Pepe el romano era mío, es mío y siempre lo será. Pero esa tarada arruinó todo, Martirio descubrió que yo me acostaba con él y por celos se lo contó a Bernarda. Pues claro, y mi madre lo terminó matando por lo cuida que es. Yo no puedo vivir sin él, él es mi vida. A nadie amé como a él. Yo voy a ir contigo Pepe, iré contigo al cielo, y estaremos juntos otra vez y pasaremos los mejores momentos sin que nadie nos separe ni nos moleste. Estaremos juntos allá arriba, juntos al fin. ¿Dónde está la soga? Me ahorcaré y moriré y juntos viviremos para siempre amor mío."
lunes, 11 de mayo de 2009
Jean Anovilh
Es el autor de la obra qur estamos leyendo ahora.
Su primer obra fue una farsa sin exito y luego con su segunda obra obetiene mucho exito en 1937.
En la década de los 70, escribe varias obras, por algunas de las cuales recibirá el calificativo de autor de teatro "de distracción". En general, su obra está impregnada de un gran pesimismo.
Su obra mas celebre es la qe estamos leyendo , y lo que el hizo fue una adaptacion moderna sobre la obra de Sofocles. y fe presentada por primera vez en 1944.
Tras la liberación, se empeña en vano en salvar al escritor Robert Brasillach de la pena de muerte por colaboracionismo. Como consecuencia de eso, adquiere un carácter misántropo.
Después de la guerra, sigue escribiendo regularmente. En 1947, escribe La invitación al castillo, una de las primeras "obras brillantes". El siguiente año, Ardèle o Margarita revela una nueva faceta en su estilo. En 1953, el éxito de "L'alouette" compite con el de Antigona.
Tras un periodo de descanso, tres nuevas obras son publicadas en 1959: Hurluberlu o el reaccionario enamorado, La pequeña Molière y Becket o el honor de Dios, obteniendo esta última un éxito inmediato. Después del fracaso de La cueva en 1961, se dedica a la puesta en escena. Su ritmo de producción se reduce, publicando sólo 3 obras hasta 1968. Sin embargo, en 1969, escribe una de sus obras principales Querido Antoine.
Tras un periodo de descanso, tres nuevas obras son publicadas en 1959: Hurluberlu o el reaccionario enamorado, La pequeña Molière y Becket o el honor de Dios, obteniendo esta última un éxito inmediato. Después del fracaso de La cueva en 1961, se dedica a la puesta en escena. Su ritmo de producción se reduce, publicando sólo 3 obras hasta 1968. Sin embargo, en 1969, escribe una de sus obras principales Querido Antoine.
martes, 5 de mayo de 2009
lunes, 4 de mayo de 2009
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